Santa Pau, un pueblo medieval en el corazón del Parc Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa

Los pueblos son un testimonio del paso del tiempo, en la Garrotxa hay muy buenas muestras, con permiso de los terremotos que afectaron a la comarca en los años 1427 y 1428.

Desde la época medieval hasta la contemporánea, pasando por el legado judío, el renacimiento y el modernismo, los pueblos de la Garrotxa tienen una historia que hay que conocer, un pasado que ha dejado unos testigos de primer orden.

La villa de medieval Santa Pau está situada en el sudeste de la llanura de Olot, en pleno Parc Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, entre las cordilleras de St. Julià del Mont y Sta. Maria de Finestres.

El municipio de Santa Pau, el más rico y variado en fenómenos volcánicos de todo el Parc Natural Zona Volcánica de la Garrotxa, tiene puntos de interés especial como el volcán de Santa Margarida, el volcán Croscat o Fageda d’en Jordà, un bosque que, en cualquier época y circunstancia su belleza ofrece nuevos matices.

El pueblo conserva el interesantísimo recinto de la ciudad vieja, con una fisonomía y unas características medievales muy marcadas. Destaca la Plaça Major o Firal dels Bous: una plaza porticada de perfil irregular y arcos desiguales, que tiene una innegable personalidad, y que se dispone en el entorno del castillo, un edificio grande, compacto y robusto que se levanta en el punto más alto del pueblo de Santa Pau.

Destaca también la sobria iglesia de Santa María y todo el grupo de callejones estrechos, con ángulos repentinos y descensos pronunciados, que desembocan en el Portal del Mar.